¿No os ha pasado nunca que por la mayor nimiedad saltáis y soltáis todo?A mi si. Ayer mismo. Me dolía la cabeza y pedí a los locos de mis amigos que no subieran el tono de voz. Algo normal. Lo que no es normal es su reacción. Ni cortos ni perezosos, se ponen a hablar por encima de un tono normal.
Por supuesto, la hostia se la llevó mi querido Antonio, que ganada se la tenía.
Y es que no puedo más. Odio el silencio. Estoy acostumbrada a dormir con el ruido de los coches de fondo, y aquí todo lo que oigo es el mar. En Madrid me despierta el móvil, aquí el sol, que por cierto, pica muchísimo.y como eso mil.
A ver no es que no me guste respirar aire puro y la playa y tal...es solo que para una semana, quince días, esta genial. Pero dos meses casi ininterrumpidamente...pues como que es cansino.
Peero bueno, ya apenas me queda una semana y algo, así que pronto volveré a mi casa y mi vida de siempre, la madrileña
MadriD sonríe
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