He aprendido que la vida es corta como para malgastarla en lágrimas y tristezas...que no tiene sentido llorar sin aprender
He aprendido que cada lágrima derramada contiene una historia que merece ser narrada, aunque todavía hoy no prestamos atención.
He aprendido, también, que llorar no es algo malo. Lo malo es no aprender de la experiencia que causó las lágrimas.
La vida te da lecciones y te plantea retos sin que te des cuenta. La gracia es aprender de estas lecciones y superar las pruebas.
Ese es el secreto para seguir adelante en la vida y en tu camino... sonreír.
Lo demás vendrá solo.
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